Fuente de la noticia: Sindicato CCOO
En la sede confederal de CCOO se ha celebrado una reunión del secretario general de Comisiones Obreras con la directora en España de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados y refugiadas de Palestina (UNRWA), Raquel Martí.
Tras casi un año de dramáticos y sangrientos ataques, tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, contra la población palestina, la UNRWA, agencia de Naciones Unidas que trata de llevar la ayuda humanitaria a la población gazatí, sigue alertando sobre los gravísimos impedimentos que Israel impone para frenar la entrada de esta ayuda desde el principio de los ataques el 7 de octubre de 2023.
Desde esa fecha CCOO no ha cejado de exigir el llamamiento a un alto el fuego inmediato y permanente así como el pleno del derecho internacional humanitario. El sindicato ha pedido en reiteradas ocasiones que todos los trabajadores y las trabajadoras, incluyendo palestinos/as y migrantes, que se encuentran de momento atrapados a causa de la actual situación sean libres de volver a sus hogares, y del mismo modo, el sindicato, entre otras cosas, ha reclamado el establecimiento de un fondo humanitario urgente en condiciones que permitan el pleno acceso para la aportación de ayuda humanitaria, incluyendo los programas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y por supuesto, los programas de la URNWA. Así, CCOO ha pedido en distintas ocasiones al gobierno de España que contribuya a financiar a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) al nivel necesario, lo que resulta, sin duda, esencial para garantizar medios de subsistencia y servicios como la salud y la educación para la población palestina. El sindicato ha contribuido con aportaciones de su afiliación a distintas iniciativas de esta Agencia.
Como han señalado los responsables de la UNRWA en distintos foros, "la agencia lleva 75 años operando en Oriente Próximo, promoviendo el desarrollo humano de las personas refugiadas de Palestina mediante la educación, la atención sanitaria primera y la asistencia vital. La Agencia ha sido una fuerza de estabilidad durante décadas, a pesar de la escasez crónica de fondos”.
La UNRWA, sometida a presión por su labor humanitaria en la región, ha denunciado de manera sistemática los distintos intentos de desmantelamiento de la agencia y la negativa de muchos gobiernos, tanto en nuestro nivel nacional como internacional, de reunirse con representantes de la Agencia y de aportar ayuda humanitaria para la Franja de Gaza cuando la situación es "acuciante dentro del conflicto más complicado y sangriento”.
Hace apenas unos días, su directora ejecutiva en España, Raquel Martí, señalaba que "desde el 7 de octubre de 2023, más de 41.000 personas, posiblemente muchas miles más, han sido asesinadas en Gaza. En este contexto, UNRWA se ha convertido en la columna vertebral de la ayuda humanitaria en Gaza, así como en un testigo incómodo de todo lo que está sucediendo allí. Casi todo el personal humanitario de UNRWA se encuentra desplazado. Al igual que la población en general, duermen en el suelo de las escuelas, en edificios semidestruidos o en tiendas de campaña construidas con plásticos. Hoy, incluso cuando UNRWA se enfrenta a ataques incesantes contra su personal, sus instalaciones y sus operaciones, sigue prestando asistencia humanitaria en la Franja de Gaza, trabajando incansablemente para cumplir con su mandato fundamental”.
Entre las cifras terribles que nos recuerdan, están las de los propios trabajadores y trabajadoras de la UNRWA, asesinados durante el ejercicio de sus tareas o con sus familias. Martí añade: "En este contexto,UNRWA ha sufrido una tragedia indescriptible, 220 de sus trabajadores han sido asesinados, muchos en el cumplimiento de su labor, otros cuando estaban con sus familias. Mientras los trabajadores/as de UNRWA trabajan, calculan mentalmente, tras cada explosión, el tamaño, ubicación y proximidad de la bomba al lugar donde están desplazadas sus familias. Siempre manteniendo la incertidumbre de si cuando terminen su jornada volverán a encontrarlas con vida. Hasta el momento, más de 135 hijos de trabajadores de UNRWA han sido asesinados”.
Durante la reunión, Raquel Martí expuso la dramática situación que se vive en la Franja de Gaza y en Cisjordania, tanto para la población palestina refugiada como para sus propios trabajadores. Martí definió como indescriptible la situación que han provocado los ataques israelís sobre Gaza, con casi más de dos millones de personas desplazadas en condiciones miserables durante las mal llamadas órdenes de evacuación, que no son sino desplazamientos forzosos de la población sin apenas alojamientos dignos para poder protegerse.
La desnutrición, la falta de medicamentos básicos para tratamientos de cáncer o la prohibición de entrada de anestesia y sedantes para los hospitales, la falta de escolarización, la expansión de enfermedades que ya se habían erradicado en Gaza, el consumo de agua contaminada y de alimentos en mal estado han contribuido a arrasar a una población devastada y aterrorizada. Además la situación de los menores huérfanos y sin identificar impide la reconciliación de las familias, que bajo el ataque continúo y los desplazamientos se ven forzadas a moverse continuamente.
Tras este análisis, el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, expresó de nuevo a la UNRWA el apoyo de Comisiones Obreras a sus acciones y a su personal, y aseguró la continuidad de nuestra colaboración con esta agencia en los próximos meses para tratar de paliar los devastadores efectos de los ataques israelíes sobre la población, tanto en Gaza como en Cisjordania.
En la sede confederal de CCOO se ha celebrado una reunión del secretario general de Comisiones Obreras con la directora en España de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados y refugiadas de Palestina (UNRWA), Raquel Martí.
Tras casi un año de dramáticos y sangrientos ataques, tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, contra la población palestina, la UNRWA, agencia de Naciones Unidas que trata de llevar la ayuda humanitaria a la población gazatí, sigue alertando sobre los gravísimos impedimentos que Israel impone para frenar la entrada de esta ayuda desde el principio de los ataques el 7 de octubre de 2023.
Desde esa fecha CCOO no ha cejado de exigir el llamamiento a un alto el fuego inmediato y permanente así como el pleno del derecho internacional humanitario. El sindicato ha pedido en reiteradas ocasiones que todos los trabajadores y las trabajadoras, incluyendo palestinos/as y migrantes, que se encuentran de momento atrapados a causa de la actual situación sean libres de volver a sus hogares, y del mismo modo, el sindicato, entre otras cosas, ha reclamado el establecimiento de un fondo humanitario urgente en condiciones que permitan el pleno acceso para la aportación de ayuda humanitaria, incluyendo los programas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y por supuesto, los programas de la URNWA. Así, CCOO ha pedido en distintas ocasiones al gobierno de España que contribuya a financiar a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) al nivel necesario, lo que resulta, sin duda, esencial para garantizar medios de subsistencia y servicios como la salud y la educación para la población palestina. El sindicato ha contribuido con aportaciones de su afiliación a distintas iniciativas de esta Agencia.
Como han señalado los responsables de la UNRWA en distintos foros, "la agencia lleva 75 años operando en Oriente Próximo, promoviendo el desarrollo humano de las personas refugiadas de Palestina mediante la educación, la atención sanitaria primera y la asistencia vital. La Agencia ha sido una fuerza de estabilidad durante décadas, a pesar de la escasez crónica de fondos”.
La UNRWA, sometida a presión por su labor humanitaria en la región, ha denunciado de manera sistemática los distintos intentos de desmantelamiento de la agencia y la negativa de muchos gobiernos, tanto en nuestro nivel nacional como internacional, de reunirse con representantes de la Agencia y de aportar ayuda humanitaria para la Franja de Gaza cuando la situación es "acuciante dentro del conflicto más complicado y sangriento”.
Hace apenas unos días, su directora ejecutiva en España, Raquel Martí, señalaba que "desde el 7 de octubre de 2023, más de 41.000 personas, posiblemente muchas miles más, han sido asesinadas en Gaza. En este contexto, UNRWA se ha convertido en la columna vertebral de la ayuda humanitaria en Gaza, así como en un testigo incómodo de todo lo que está sucediendo allí. Casi todo el personal humanitario de UNRWA se encuentra desplazado. Al igual que la población en general, duermen en el suelo de las escuelas, en edificios semidestruidos o en tiendas de campaña construidas con plásticos. Hoy, incluso cuando UNRWA se enfrenta a ataques incesantes contra su personal, sus instalaciones y sus operaciones, sigue prestando asistencia humanitaria en la Franja de Gaza, trabajando incansablemente para cumplir con su mandato fundamental”.
Entre las cifras terribles que nos recuerdan, están las de los propios trabajadores y trabajadoras de la UNRWA, asesinados durante el ejercicio de sus tareas o con sus familias. Martí añade: "En este contexto,UNRWA ha sufrido una tragedia indescriptible, 220 de sus trabajadores han sido asesinados, muchos en el cumplimiento de su labor, otros cuando estaban con sus familias. Mientras los trabajadores/as de UNRWA trabajan, calculan mentalmente, tras cada explosión, el tamaño, ubicación y proximidad de la bomba al lugar donde están desplazadas sus familias. Siempre manteniendo la incertidumbre de si cuando terminen su jornada volverán a encontrarlas con vida. Hasta el momento, más de 135 hijos de trabajadores de UNRWA han sido asesinados”.
Durante la reunión, Raquel Martí expuso la dramática situación que se vive en la Franja de Gaza y en Cisjordania, tanto para la población palestina refugiada como para sus propios trabajadores. Martí definió como indescriptible la situación que han provocado los ataques israelís sobre Gaza, con casi más de dos millones de personas desplazadas en condiciones miserables durante las mal llamadas órdenes de evacuación, que no son sino desplazamientos forzosos de la población sin apenas alojamientos dignos para poder protegerse.
La desnutrición, la falta de medicamentos básicos para tratamientos de cáncer o la prohibición de entrada de anestesia y sedantes para los hospitales, la falta de escolarización, la expansión de enfermedades que ya se habían erradicado en Gaza, el consumo de agua contaminada y de alimentos en mal estado han contribuido a arrasar a una población devastada y aterrorizada. Además la situación de los menores huérfanos y sin identificar impide la reconciliación de las familias, que bajo el ataque continúo y los desplazamientos se ven forzadas a moverse continuamente.
Tras este análisis, el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, expresó de nuevo a la UNRWA el apoyo de Comisiones Obreras a sus acciones y a su personal, y aseguró la continuidad de nuestra colaboración con esta agencia en los próximos meses para tratar de paliar los devastadores efectos de los ataques israelíes sobre la población, tanto en Gaza como en Cisjordania.
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