Un padre y una hija aprueban para Correos: el poder de la motivación
La motivación es una habilidad que se puede entrenar y hay historias como la de César Durán que nos lo demuestran. " Yo estaba en ERTE en julio de 2020 cuando vi que mi hija empezó a preparar las oposiciones de Correos y me animé". Hoy, tanto él como su hija Tania han conseguido una plaza fija sin haber trabajado nunca en Correos. "Estudiábamos 8 o 9 horas diarias, yo en el salón y mi padre en una habitación", explica Tania, de 33 años, graduada en Comunicación Audiovisual.
Nunca habían trabajado en Correos y el padre, de 55 años, compaginó los estudios trabajando de taxista
"Yo suspendí las oposiciones de policía y fui a una oficina de Correos y la chica de la ventanilla que me atendió, me dijo que ella se había preparado con CSIF", añade Tania, que no dudó en ponerse manos a la obra en busca de la estabilidad que ha encontrado. "Me emociona porque partí de cero y, sobre todo, me enorgullezco de mi padre, que ha demostrado que la edad no es un límite".
César es un hombre de 55 años con una amplia vida laboral. "Había perdido el entrenamiento para estudiar. Pero me tomé la convocatoria de 3.421 plazas de Correos como un reto personal. Me lo propuse y le pregunté en voz alta a mi hija: '¿por qué no puedo lograrlo?" Y, al final, lo ha logrado tras un esfuerzo impecable: "Mi último trabajo era de taxista y en la estación de Atocha en los ratos libres me ponía a estuidiar y mis compañeros me conocían como el estudiante porque, además, yo estudio en voz alta"
El 14 de marzo César y Tania tomarán posesión de su plaza en Correos. A partir de ahí empezarán una vida nueva que no se sabe hasta donde puede llegar. Tania aún es muy joven y César es un apasionado compulsivo. Desde CSIF hoy les damos las gracias por haber confiado en nosotros y por recordarnos el poder de la motivación.
Afíliate a CSIF
Fuente: Sindicato CSIF
La motivación es una habilidad que se puede entrenar y hay historias como la de César Durán que nos lo demuestran. " Yo estaba en ERTE en julio de 2020 cuando vi que mi hija empezó a preparar las oposiciones de Correos y me animé". Hoy, tanto él como su hija Tania han conseguido una plaza fija sin haber trabajado nunca en Correos. "Estudiábamos 8 o 9 horas diarias, yo en el salón y mi padre en una habitación", explica Tania, de 33 años, graduada en Comunicación Audiovisual.
Nunca habían trabajado en Correos y el padre, de 55 años, compaginó los estudios trabajando de taxista
"Yo suspendí las oposiciones de policía y fui a una oficina de Correos y la chica de la ventanilla que me atendió, me dijo que ella se había preparado con CSIF", añade Tania, que no dudó en ponerse manos a la obra en busca de la estabilidad que ha encontrado. "Me emociona porque partí de cero y, sobre todo, me enorgullezco de mi padre, que ha demostrado que la edad no es un límite".
César es un hombre de 55 años con una amplia vida laboral. "Había perdido el entrenamiento para estudiar. Pero me tomé la convocatoria de 3.421 plazas de Correos como un reto personal. Me lo propuse y le pregunté en voz alta a mi hija: '¿por qué no puedo lograrlo?" Y, al final, lo ha logrado tras un esfuerzo impecable: "Mi último trabajo era de taxista y en la estación de Atocha en los ratos libres me ponía a estuidiar y mis compañeros me conocían como el estudiante porque, además, yo estudio en voz alta"
El 14 de marzo César y Tania tomarán posesión de su plaza en Correos. A partir de ahí empezarán una vida nueva que no se sabe hasta donde puede llegar. Tania aún es muy joven y César es un apasionado compulsivo. Desde CSIF hoy les damos las gracias por haber confiado en nosotros y por recordarnos el poder de la motivación.
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