Sobrevivir a un desmantelamiento
¿CREES QUE NO TE AFECTA A TI?
Cuando se cumple un año desde el comienzo de la pandemia, podemos decir que el personal de Correos se ha sobrepuesto a muchas dificultades y ha sabido “tirar del carro” para que la empresa se mantenga a flote en tan difícil contexto.
Mientras, la Dirección, instalada en sus sillones presidenciales de un millón de euros, se está dedicando a desmantelar Correos atacando sus cimientos: a los trabajadores/as que sostienen la empresa y al servicio público que ofrece a la ciudadanía.
CCOO, como representantes del personal, recoge la VOZ de los cansados, asustados y sobrepasados trabajadores/as de las Oficinas de Correos para DENUNIAR dicha situación.
PRECARIEDAD LABORAL
- Con una reducción drástica de la plantilla, el personal está soportando cargas de trabajo inasumibles, no solo en lo que a cantidad se refiere, sino también a las situaciones con las que tienen que lidiar cada día:
- Clientes descontentos/as con el servicio que ofrece Correos, porque esperan más de una hora en la cola, porque cuando al fin consiguen llegar al mostrador el sistema informático sufre una de sus innumerables caídas y no se les puede atender, porque no se les entregó su paquete, porque su envío se ha perdido, o no llega...
- El personal de oficina es el final de una cadena colapsada: centros de tratamiento con un total atasco logístico y unidades de reparto a la deriva y sin contratación, con carteros/as que se ven obligados a ir trampeando en su trabajo, incapaces de asumir el reparto de tantos envíos.
- El trato con los clientes en circunstancias tan adversas, el altísimo número de personas al que tienen que atender, las malas conexiones o los obsoletos equipos informáticos que fallan continuamente e impiden al personal realizar su trabajo provocan en los trabajadores/as altos niveles de estrés que les lleva a sufrir un desgaste inaceptable.
- No obstante, siguen sosteniendo las presiones de los objetivos diarios en ventanilla, porque ¡hay que vender!: paquetería, lotería, telefonía, productos de merchandishing, seguros, embalajes...
- Oprimidos/as por los controles de calidad: les mide la empresa y les evalúa el cliente/a. Hacen competir a las oficinas en la Liga de la Excelencia para que otros/as tengan grandes incentivos, y mientras les sube el ego a unos/as pocos que se conforman con estrecharse las manos y sacarse fotos. Es estupendo ser los mejores en una Liga de resultados interna, pero la realidad es que somos los menos competitivos en el mercado postal y lo seremos aún menos siguiendo por este camino.
- Y todo ello, sin que nadie reconozca ni piense lo que significa trabajar con una mascarilla FFP2 durante 7 horas seguidas. Además de la falta lógica de oxígeno, la comunicación con el cliente se produce a gritos, generándose un gran estrés auditivo durante la jornada, lo que hace que el trabajo sea insufrible.
(CONTINUARÁ…)
ANTE SU DESGUACE ¡MOVILIZACIÓN!
Fuente: Sindicato CCOO