Noticia SATSE exige a Salud un cambio profundo y estructural del sistema sanitario para ser eficiente.

Fuente de la noticia: Sindicato SATSE


SATSE ha sugerido al consejero de Salud que abandone la culpabilización generalizada en los problemas que asolan el sistema sanitario de Navarra desde hace años, y ose iniciar los cambios estructurales que arrojen luz a este servicio público, tan denostado.

A tenor del injustificable aumento de las listas de espera, en las que el consejero el sindicato ha resaltado que es fundamental reconocer que el sistema está viciado, que hay que reestructurar el modelo de atención primaria y hospitalaria.

Un cambio que pasa por modificar las estrategias de control, homogeneización y operatividad del sistema sanitario, fomentando un modelo centrado en la prevención y promoción, en la educación y en los cuidados, apostando por una dimensión de las plantillas proporcional a la demanda de la población actual, destinando presupuestos a máximos para todos los servicios sanitarios, etc.

Por otro lado, el Sindicato de Enfermería ha insistido en la obsolescencia del sistema sanitario, configurado hace décadas, con un tipo de población, enfermedades y cuidados muy distintos a la foto actual de la demanda sanitaria.

Una situación en la que la pirámide poblacional se ha invertido y donde hay un mayor número de enfermedades crónicas que requieren cuidados de larga duración y educación sanitaria.


La enfermería, clave para el buen funcionamiento del SNS-O:

Para SATSE, es necesario aprovechar todos los recursos profesionales del sistema, potenciar el trabajo enfermero asumiendo todas las competencias para las que la enfermería está formada (no estando entre éstas las dirigidas a reducir tareas burocráticas), como la implementación e impulso de todas las guías clínicas y protocolos enfermeros aprobados por Sanidad.

Igualmente es evidente la infrautilización de la Enfermera Consejo, o la ausencia de consultas de alta resolución, que evitarían múltiples citas de un usuario para completar un diagnóstico.

Es fundamental la creación de una Dirección de Cuidados, demostrada ya resolutiva en la gestión y supervisión de una demanda tan creciente como la de los cuidados profesionales en otras comunidades. Otro punto de enorme margen de mejora es la coordinación entre Atención Primaria y Hospitalaria, especialmente en los procesos de derivación, lo que genera peticiones y pruebas inadecuadas o innecesarias. Algo que puede generar un gran impacto sobre listas de espera quirúrgica, de consultas externas o pruebas diagnósticas.

De la misma forma, la implantación de enfermeras especialistas (pediátrica, familiar y comunitaria, geriátrica, escolar…) en los distintos ámbitos y según las necesidades, así como el aumento de otros profesionales como los fisioterapeutas en las unidades y servicios con mayor número de personas en lista de espera (primaria, trauma, raquis, etc) tendría un impacto directo en la reducción de las listas, la agilidad y la calidad de la atención.

En definitiva y como se ha comprobado, la ingente partida presupuestaria dedicada a la productividad variable y derivaciones no ha tenido el impacto buscado, puesto que es una medida concebida en origen para situaciones puntuales, y no como medida estructural sin tener en cuenta todos los factores que han lastrado el sistema: modelo caducado, falta de profesionales, condiciones laborales y económicas mal planteadas, minusvaloración de otras profesiones claves como la enfermería y la fisioterapia, etc

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