Reunión del Comité de Seguridad y Salud Intercentros de la Agencia Tributaria

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Reunión del Comité de Seguridad y Salud Intercentros de la Agencia Tributaria

Una reunión de mero trámite, ajena por completo a la grave situación que vivimos y solo explicable como consecuencia de una ofensiva interna dentro de la dirección de la AEAT para imponer un presentismo a ultranza de la plantilla.

El pasado día 2 de julio, la AEAT decidió, con la oposición de toda la parte social representada en el Comité Permanente del CSSI, aprobar una modificación unilateral al Plan de Actuación de la AEAT frente al SARS-COV2 (COVID19) en la que, entre otras cosas, se rebajaba injustificadamente el nivel de riesgo de los puestos de trabajo de atención al público y algunos otros, simplemente porque ya estábamos en la “nueva normalidad”.

Sin embargo, entre los cambios de esta versión había uno que podría calificarse de positivo, un cambio propuesto por el propio Servicio de Prevención de la AEAT (suponemos que la parte de la Dirección de la que hablaremos después pudo pensar que era algo a lo que no era necesario oponerse porque sólo era una previsión de futuro, que podía o no materializarse). Nos referimos a la previsión que establecía el retroceso al Plan de Actuación de la AEAT en su versión de 17 de abril, -fecha en la que recordemos, estábamos aún confinados durante el primer estado de alarma-, en caso de que se produjera un repunte de la pandemia, ya sea generalizado o por zonas geográficas (apartado 8 de esta nueva versión). Recordemos que el Plan de Actuación de la AEAT contra el SARS-COV2, y todas sus modificaciones, han sido aprobados por la propia Dirección de la AEAT.

Esa vuelta al Plan de Actuación previo a la nueva normalidad ya fue solicitada por parte de CCOO, para toda la AEAT, junto a la mayoría de la representación social, en escrito de fecha 9 de septiembre, ante la preocupante evolución de la pandemia (escrito del que ya os informamos en su día).

La respuesta a este escrito no llegó hasta el día 30 de septiembre, en la reunión de la Comisión Permanente del Comité de Seguridad y Salud Intercentros que se celebró ese día, en la que el Subdirector Gral. de Relaciones Laborales, además de anunciarnos que este año no habría campaña de vacunación contra la gripe, nos presentó, como ya os informamos en nuestra Hoja Informativa sobre la reunión, el documento elaborado por el Servicio de Prevención de la AEAT que desarrollaba ese apartado 8 del Plan de Actuación de la AEAT frente al COVID19. En ese documento se dice que en los territorios o municipios concretos donde se restrinja la movilidad por las autoridades sanitarias correspondientes, por la elevada incidencia del COVID19, -y sólo para esos ámbitos geográficos concretos que señale cada CCAA-, se establece la vuelta al Plan de Actuación contra el COVID19 en su versión del pasado 17 de abril, que establece el trabajo presencial sólo para los servicios esenciales de la AEAT, el teletrabajo completo para el resto, la limitación de ocupación del 50% de la plantilla y un mayor nivel de riesgo de los puestos y mayores limitaciones para el trabajo presencial de los vulnerables, entre otras cosas.

El pasado día 23 de octubre, cuando ya el rebrote de la pandemia crecía sin freno en todo el país y algunas CCAA ya habían dictado algunas órdenes de restricción a la movilidad de la población y medidas más severas de prevención en algunos de sus municipios, la Dirección de la AEAT propone a la parte social que los trabajadores con hijos de hasta 14 años dejen de ser grupo con prioridad para el teletrabajo y se reincorporen al régimen de trabajo presencial previsto para el personal sin prioridad.

Hasta ese momento no había aparecido en escena y de forma tan clara el sector de la Dirección que abandera un presentismo a ultranza de la plantilla, esos Directivos que no conciben su papel de Jefe, ni su función misma en la AEAT, sin tener cerca y a la vista a todos sus subordinados.

Finalmente se llegó a un acuerdo suscrito por la totalidad de la parte social, en los términos y condiciones que ya todos conocemos y que quedaron recogidos en la Adenda del pasado día 23 de octubre a la Resolución del Director General de la AEAT de 22 de Junio sobre las medidas a adoptar en los centros de trabajo dependientes de la AEAT con motivo de la nueva normalidad. En dicha Adenda se establece, como ya sabemos, que “a partir de 1 de noviembre de 2020 quedan sin efecto las referencias al régimen especial de los empleados o empleadas públicas con hijos menores de hasta 14 años como colectivo priorizable debido al reinicio de la actividad escolar pero garantizando….la redistribución de la presencialidad para evitar su incremento en el centro de trabajo… No obstante lo anterior, en el caso de que se produzca el aislamiento domiciliario o cuarentena de hijos menores de hasta 14 años por contacto con otros alumnos, cierre de centros, de aulas o de guarderías como consecuencia del tratamiento en los centros mencionados de situaciones de COVID-19, se aplicará el régimen de trabajo no presencial durante todo el periodo que se determine de dicha cuarentena o cierre,…”

Ante el grave y continuado empeoramiento de la situación en todo el país, el día 25 de octubre, como ya sabemos, el Gobierno declara un nuevo Estado de Alarma, que afecta a todo el Estado, para contener la propagación del contagio del SARS-COV2, en el que establece el confinamiento domiciliario de las 11 de la noche a las 6 de la mañana y delega en las Autoridades de las CCAA la competencia para declarar restricciones a la entrada y salida de sus respectivos territorios, y de provincias y municipios concretos, además de otras posibles medidas restrictivas de la actividad económica y social.

La semana que siguió a esa declaración asistimos a un aluvión de Decretos de cierre dictados por la práctica totalidad de las CCAA, para todo su ámbito y numerosas provincias y municipios concretos.

Estamos ya en el supuesto contemplado en el apartado 8 del Plan de Actuación de la AEAT frente al COVID19, pero para todo el Estado, no sólo para una o varias Delegaciones Especiales, Delegaciones Provinciales o Administraciones de municipios.

Pues bien, en este contexto, a la Dirección de la AEAT sólo se le ha ocurrido dejar de nuevo en manos de los Delegados Especiales, y estos en las de los Provinciales, determinar a su arbitrio cómo y a quien se le “reduce” esa presencialidad laboral que las Autoridades vuelven a desaconsejar. Y asistimos al incumplimiento de todo lo establecido, viendo como cada Delegación toma decisiones diferentes y permite que cada Área decida por su cuenta la reducción del trabajo presencial, por ejemplo, en un día semanal para la generalidad del personal de algunas áreas, o en medio día en otras áreas, o ninguno en otras, o diferentes reducciones según el puesto o el lugar de destino dentro de cada área.

Y si el panorama no era aún bastante preocupante, la AEAT nos convoca a una reunión del Comité de Seguridad y Salud Intercentros, celebrada el viernes pasado, día 30 de octubre, con un orden del día cerrado, sobre el que la Admón. no aceptó alteración alguna, y en el que figuraban: la aprobación del Acta de la última reunión del Comité de Seguridad y Salud Intercentros, celebrada el 28 de noviembre de 2019, la aprobación de la Memoria de la Actividad Preventiva realizada por el Servicio de Prevención de la AEAT, correspondiente a 2019, las Memorias de la Actividad Preventivas de cada Delegación Especial, también de 2019, y las Memorias de la actividad preventiva contratada con el Servicio de Prevención ajeno Quirón Prevención, cuya contratación, por cierto, ha resultado tan deficiente que la AEAT sólo ahora ha podido presentarnos las Memorias de Actividad correspondientes a 2018 y 2019. Toda esa documentación fue objeto de explicación y comentario en la reunión, sin que merecieran objeciones ni discrepancias de importancia. Estos documentos se colgarán en la intranet en breve.

El Subdirector de Relaciones laborales excusó su marcha a media reunión, antes de que ninguno de los presentes tuviésemos ocasión de manifestar todo lo que acabamos de decir, que quedó relegado al turno de ruegos y preguntas. En él manifestamos, además, cuestiones puntuales, como los incomprensibles casos, que aún se dan, de resistencia al uso obligatorio de las mascarillas en la oficina, tolerados por los propios Jefes, como en la Delegación de Málaga. Denunciamos además la falta de mascarillas para el personal en algunos lugares, como en la Aduana de Sevilla, y la prolongación de los turnos de atención al público mucho más allá de la media jornada diaria que establece el Plan de Actuación de la AEAT frente al COVID19, que se está produciendo en varias Delegaciones, como la de Zaragoza. Y la información sobre los casos de contagio producidos, que se niega o se discrimina en alguna Delegación, como la de Salamanca, cuando se solicita desde las Juntas de Personal, los Comités de Empresa o las Secciones Sindicales correspondientes. La sustituta del Subdirector Gral. de Relaciones Laborales dio por concluida la reunión tras el turno de ruegos y preguntas, comunicándonos, sin más, que trasladaría todo lo dicho al ausente.

Una reunión, pues, de mero trámite, con un contenido inapropiado y de escaso sentido en un momento de extraordinaria gravedad para todos.

Mucho nos tememos que se ha abierto una guerra interna en la Dirección de la AEAT en el peor momento, por el presentismo y el teletrabajo, que puede traer nefastas consecuencias sobre las condiciones de trabajo y la salud de nuestro personal. Esperemos que quien toma las decisiones en última instancia sea consciente de lo que nos jugamos y que la protección de la salud de todos los empleados de la AEAT sea lo prioritario en estos momentos, muy por encima de las querencias o preferencias personales de algunos sobre la organización del trabajo.



Fuente: Sindicato CCOO
 
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