Fuente de la noticia: Sindicato UGT
El anuncio de la Presidenta de implantar la jornada partida en los colegios públicos y los cursos de 1º y 2º de la ESO en los CEIPs, supone otro ataque a las condiciones laborales de las y los docentes madrileños.
La Presidenta de la Comunidad de Madrid, en el debate sobre el Estado de la Región, ha anunciado una serie de medidas relacionadas con la jornada escolar y la ubicación del alumnado de 1º y 2º de la ESO, sin que haya habido diálogo ni negociación alguna con los sindicatos representativos del profesorado madrileño.
Impedirá que los colegios públicos que actualmente tengan establecida la jornada partida, puedan elegir democráticamente entre la comunidad educativa, el paso a la jornada continua para el próximo curso, e intentará revertir la situación de aquellos que ya funcionan con jornada continua. Además, incluirá al alumnado de 1º y 2º de la ESO en los centros de nueva creación.
Estas dos medidas electoralistas y a coste cero, tendrán gran impacto sobre los horarios y las plantillas de los colegios y se llevarían a cabo durante el próximo curso.
Argumenta que los objetivos son combatir el abandono escolar, mejorar el rendimiento del alumnado y ayudar a la conciliación familiar, sin haber consultado previamente a los profesionales de la educación y a sus representantes. Desde UGT consideramos que para conseguir estos objetivos y evitar el fracaso escolar la solución está en la bajada de las ratios de manera efectiva y en todas las etapas y niveles educativos, el incremento de las plantillas dotando a los centros de un cupo mayor de docentes especializados que atiendan las necesidades educativas de todo el alumnado, especialmente el más vulnerable, mayor oferta y ayudas de comedores escolares y actividades extraescolares. Y todo ello, requiere inversión, un incremento importante en la partida presupuestaria dedicada a la educación pública, que es lo que parece que la Presidenta no está dispuesta a realizar.
Parece ser que, en la Comunidad Autónoma por excelencia de la “libertad”, resulta que, ahora, la Presidenta prohíbe a la comunidad educativa la posibilidad de elegir, democráticamente, la jornada que considere más adecuada en su centro educativo.
Como no tenía suficientes conflictos abiertos el Consejero con el profesorado madrileño durante su primer año de mandato, en el Debate sobre el estado de la Región, la Presidenta le ha abierto otro melón envenenado.
Por último, la implantación de los cursos de 1º y 2º ESO en los CEIP nos recuerda a situaciones anteriores a la LOGSE y, de llevarse a cabo, podría suponer el desplazamiento de docentes con destino definitivo en los institutos de educación secundaria.
El anuncio de la Presidenta de implantar la jornada partida en los colegios públicos y los cursos de 1º y 2º de la ESO en los CEIPs, supone otro ataque a las condiciones laborales de las y los docentes madrileños.
La Presidenta de la Comunidad de Madrid, en el debate sobre el Estado de la Región, ha anunciado una serie de medidas relacionadas con la jornada escolar y la ubicación del alumnado de 1º y 2º de la ESO, sin que haya habido diálogo ni negociación alguna con los sindicatos representativos del profesorado madrileño.
Impedirá que los colegios públicos que actualmente tengan establecida la jornada partida, puedan elegir democráticamente entre la comunidad educativa, el paso a la jornada continua para el próximo curso, e intentará revertir la situación de aquellos que ya funcionan con jornada continua. Además, incluirá al alumnado de 1º y 2º de la ESO en los centros de nueva creación.
Estas dos medidas electoralistas y a coste cero, tendrán gran impacto sobre los horarios y las plantillas de los colegios y se llevarían a cabo durante el próximo curso.
Argumenta que los objetivos son combatir el abandono escolar, mejorar el rendimiento del alumnado y ayudar a la conciliación familiar, sin haber consultado previamente a los profesionales de la educación y a sus representantes. Desde UGT consideramos que para conseguir estos objetivos y evitar el fracaso escolar la solución está en la bajada de las ratios de manera efectiva y en todas las etapas y niveles educativos, el incremento de las plantillas dotando a los centros de un cupo mayor de docentes especializados que atiendan las necesidades educativas de todo el alumnado, especialmente el más vulnerable, mayor oferta y ayudas de comedores escolares y actividades extraescolares. Y todo ello, requiere inversión, un incremento importante en la partida presupuestaria dedicada a la educación pública, que es lo que parece que la Presidenta no está dispuesta a realizar.
Parece ser que, en la Comunidad Autónoma por excelencia de la “libertad”, resulta que, ahora, la Presidenta prohíbe a la comunidad educativa la posibilidad de elegir, democráticamente, la jornada que considere más adecuada en su centro educativo.
Como no tenía suficientes conflictos abiertos el Consejero con el profesorado madrileño durante su primer año de mandato, en el Debate sobre el estado de la Región, la Presidenta le ha abierto otro melón envenenado.
Por último, la implantación de los cursos de 1º y 2º ESO en los CEIP nos recuerda a situaciones anteriores a la LOGSE y, de llevarse a cabo, podría suponer el desplazamiento de docentes con destino definitivo en los institutos de educación secundaria.
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