Noticia La Junta facilita a los profesionales de salud y servicios sociales el acceso a la información de la población atendida por ambos sistemas

Fuente de la noticia: Servicio Andaluz de Salud (SAS)


Dentro de la I Estrategia Andaluza para la Coordinación Sociosanitaria 2024-2027, el SAS adecuará la cartera de servicios de las personas que viven en residencias.

Profesionales de salud y de servicios sociales que pertenecen a la Junta de Andalucía, ayuntamientos y diputaciones provinciales podrán acceder a los sistemas de información sanitaria y social de la población atendida por ambos sistemas con objeto de prestar una atención más integral, personalizada e inmediata. Se trata de una medida incluida en la I Estrategia Andaluza para la Coordinación Sociosanitaria 2024-2027 (EACS), elaborada conjuntamente por la Consejería de Salud y Consumo y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, con el objetivo de ofrecer una atención integral a las personas que por su falta de autonomía y estado de salud requieren ser atendidas tanto por los servicios sociales como sanitarios.

Además del acceso a información sanitaria y social por parte de los equipos de intervención, se regulará la composición y funciones de los equipos locales intersectoriales, necesarios para el establecimiento de la coordinación entre servicios sociales y sanitarios en los niveles de Atención Primaria, entre los profesionales de los centros de salud y los profesionales de los centros de servicios sociales comunitarios.

Se calcula que cerca de 310.000 personas en situación de dependencia en Andalucía necesitan ser atendidas conjuntamente por los servicios sanitarios y sociales. Si bien la situación de dependencia se da a lo largo de todo el ciclo vital, los datos indican que el 69,4% de esta población tiene más de 65 años (72,3%, mujeres), y en el grupo de personas mayores de 65 años, el 70% tiene 80 años o más. Y es que, el creciente envejecimiento de la población conlleva un aumento de la fragilidad y la dependencia, por lo que cada vez es más necesaria la coordinación entre los servicios sanitarios y sociales.

Asimismo, se ha puesto en marcha, por parte de ambas consejerías, un proyecto piloto de cuidados intermedios en residencias de personas mayores y de personas con discapacidad, financiado con cargo a los fondos europeos procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, con 34 plazas (20 en Sevilla, 10 en Almería, y 4 en Huelva), destinadas a personas mayores de 50 años que tras ser hospitalizadas por patologías traumatológicas (rotura de cadera, rodillas, hombros…) requieren de un periodo temporal de convalecencia, careciendo de apoyo familiar suficiente para recibir los cuidados necesarios en sus hogares.

También se está adecuando la cartera de servicios del SAS a la atención sanitaria de las personas mayores que viven en los 637 centros residenciales, sean centros públicos o privados, que atienden a 45.313 personas. En este sentido, se va a facilitar el acceso a la historia de salud digital a los profesionales sanitarios de las 14 residencias de personas mayores de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Otra de las medidas para mejorar la salud de las personas mayores es el programa de rehabilitación neurocognitiva asistida por ordenador para personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias neurodegenerativas, financiado por fondos FEDER. De este modo, se dotará a 164 centros de día y 322 centros residenciales de 2.579 equipos informáticos. Este programa beneficiará a unas 26.000 personas mayores cada año.


La Estrategia:

El envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas han provocado un cambio sociodemográfico y epidemiológico que requiere de una coordinación entre la atención sanitaria y los servicios sociales para garantizar la continuidad de los cuidados y la optimización de los recursos existentes. Los trastornos, accidentes y enfermedades pueden conllevar situaciones de dependencia, en cualquier edad, que precisan también de la respuesta coordinada entre ambos servicios públicos, como se prevé en esta Estrategia, similar a la de otras comunidades autónomas y cuya aprobación por el Consejo de Gobierno tuvo lugar el pasado 30 de abril de este año.

El Pacto Social y Económico por el Impulso en Andalucía, firmado el 13 de marzo de 2023 por la Junta de Andalucía y los agentes sociales, establece un apartado específico dedicado a las líneas de mejora en la atención a la salud, servicios sociales y dependencia, dentro del cual se incluye la medida de "conformar una mesa de diálogo que desarrolle la Estrategia Andaluza para la Coordinación Sociosanitaria, con la participación de los agentes económicos y sociales firmantes del pacto".

Su objetivo es adecuar la cartera y catálogo de servicios disponibles en el Sistema Sanitario Público de Andalucía y en el sistema público de servicios sociales de Andalucía a las necesidades de las personas que presentan simultáneamente necesidades de apoyo y cuidados por ambos sistemas, con un enfoque de atención centrada en las personas y en la comunidad, favoreciendo la permanencia de la ciudadanía en su entorno habitual de vida.

La adaptación de los servicios sociales y sanitarios debe hacerse bajo la premisa de la optimización de los recursos disponibles, coordinando en los distintos niveles territoriales a profesionales de ambos sistemas, adecuando instrumentos y procedimientos de trabajo, y sólo convergiendo en estructuras de servicios en la atención a personas en situación de dependencia y de convalecencia o rehabilitación, carentes de apoyo familiar para permanecer en su domicilio, precisando de servicio de atención diurna o residencial.

Por tanto, el propósito general de la Estrategia es promover el desarrollo y consolidación de un modelo de atención sociosanitaria coordinado e integral en Andalucía entre las consejerías competentes en materia de salud y de servicios sociales, desde un enfoque de atención centrada en la persona y el respeto a su carácter integral; un modelo que intensifique la atención en la comunidad y el domicilio y genere cuidados de larga duración respetuosos con el proyecto vital de cada persona, que promueva la autonomía y la vida plena en todas las situaciones, contingencias y etapas del ciclo vital desde un enfoque preventivo y sostenible.

La estrategia fija ocho objetivos estratégicos, seis líneas estratégicas y 37 acciones. Entre los objetivos estratégicos está garantizar la continuidad de los cuidados y la mejora de la calidad de la atención; garantizar un uso más racional de los recursos disponibles, evitando traslados, ingresos y estancias innecesarias y poco adecuadas a las características actuales de los hospitales; reforzar la atención preventiva que evite la aparición o el empeoramiento de situaciones de dependencia y mejorar la capacidad de respuesta de los dispositivos asistenciales, sanitarios y sociales, asignando el recurso que mejor responda a las necesidades de la persona.

Además, se pretende actuar como mecanismo de prevención ante reingresos; detectar de forma precoz la dependencia, de forma coordinada; mejorar la calidad de vida de las personas y sus familias y la convivencia familiar, y, por último, reducir la posible brecha de género existente en la intervención sociosanitaria de forma transversal.


Líneas estratégicas:

La primera de las líneas estratégicas es implantar una estructura organizativa de coordinación sociosanitaria y un modelo de gobernanza. Con este objetivo, entre otras acciones, se incorporará a las entidades locales, al movimiento asociativo y a otros grupos de interés (tercer sector, entidades privadas, organizaciones sindicales y empresariales) en el proceso de desarrollo de la EACS y se determinará la confluencia de los mapas sanitarios y de servicios sociales.

La segunda de estas líneas consiste en establecer una definición ajustada del perfil de la persona con necesidades de atención sociosanitaria, para identificar los diferentes perfiles y los criterios de ajuste a los diferentes recursos asistenciales. Además, se elaborarán los protocolos de actuación y de coordinación, entre ellos, de prevención de medidas de contención y de inspección; así como protocolos de actuación en el apoyo a las personas que cuidan no profesionales, entre ellos, uno específico de fomento de la corresponsabilidad en los cuidados entre hombres y mujeres.

Definir el contenido de la cartera y catálogo de servicios y las intervenciones sociosanitarias configuran la tercera línea estratégica, que, entre otras, prevé la adecuación de la cartera de servicios sanitaria y el catálogo de prestaciones de servicios sociales a las necesidades de intervención conjunta de ambos sistemas; la definición operativa de los programas intersectoriales de promoción de la salud y prevención de la enfermedad y de la dependencia, o la determinación de los contenidos de los planes de atención personalizada, incluyendo las intervenciones sociales y sanitarias.

Asimismo, proyecta articular la coordinación en la atención en el domicilio, incluyendo entre las medidas la automatización del hogar y su adaptación funcional, formación en nuevas tecnologías; la ampliación del modelo de gestión de casos; completar el desarrollo de unidades de día de alta resolución en todos los hospitales del sistema sanitario público andaluz; un programa de continuidad en los cuidados en las personas ingresadas en centros hospitalarios que precisan atención social y sanitaria; además de la creación de unidades o centros de cuidados intermedios, e impulsar la figura profesional del Trabajo Social en Atención Primaria para mejorar la coordinación entre los servicios sociales y sanitarios.

La siguiente línea estratégica define la actuación de los servicios sociales y sanitarios en las unidades y centros de cuidados intermedios, con la articulación del procedimiento de acceso a estos recursos, los circuitos de derivación, así como las intervenciones a desarrollar por los diferentes niveles territoriales de los sistemas sanitario y de servicios sociales, incluyendo el seguimiento de las personas tras su estancia temporal en estos dispositivos; además de la formación a los profesionales en la detección precoz de situaciones de violencia de género en las personas usuarias de estos servicios.

Finalmente, la quinta línea estratégica se propone integrar de manera operativa los sistemas de información de la atención sociosanitaria, desagregados por sexo; y la sexta se centra en la elaboración del marco normativo y de financiación del modelo de la atención sociosanitaria.

El borrador inicial de la estrategia fue elaborado por un grupo de trabajo compuesto por personal de las consejerías de Salud y Consumo y de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, bajo la coordinación de la entonces Dirección General de Cuidados Sociosanitarios. En las fases posteriores, ha contado con las aportaciones del Consejo Andaluz de Gobierno Locales, el Círculo Empresarial de Cuidados a Personas, la Federación Andaluza de Atención a la Dependencia, AURA Cuidados, la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (Faecta), la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia, la Federación Andaluza de Unidades de Estancia Diurna, la Confederación de Empresarios de Andalucía, así como UGT, CCOO, la Federación de Organizaciones de Mayores de Andalucía, LARES Andalucía y el Foro Andaluz de la Dependencia.

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