CCOO exige al Ministerio de Interior soluciones a las consecuencias de los riesgos psicosociales del personal penitenciario
Desde que en 1995 se aprobó la Ley de Prevención de Riesgos laborales que, entre otras responsabilidades, obligaba a la Administración a evaluar todos los riesgos a las que estaba expuesto el personal y aplicar las medidas preventivas para evitarlos. Los gestores penitenciarios, dependientes del Ministerio del Interior, no han tenido ocasión, en 25 años, de evaluar y adoptar medidas contra los riesgos psicosociales del personal penitenciario.
Los riesgos psicosociales perjudican la salud de los trabajadores y trabajadoras, causando estrés y a largo plazo enfermedades cardiovasculares, respiratorias, inmunitarias, gastrointestinales, dermatológicas, endocrinológicas, musculoesqueléticas y mentales. Son consecuencia de unas malas condiciones de trabajo, concretamente de una deficiente organización del trabajo.
El estrés, el acoso y el malestar físico y psíquico que sufren muchos trabajadores y trabajadoras son resultado de una mala organización del trabajo y no de un problema individual, de personalidad o que responda a circunstancias personales o familiares.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales considera que la organización del trabajo forma parte de las condiciones de trabajo que influyen en la salud y seguridad de los y las trabajadoras, entre otros mecanismos a través de la exposición nociva a los riesgos psicosociales. Por ello, las características de la organización del trabajo deben ser evaluadas, controladas y modificadas si generan riesgos.
Las evaluaciones efectuadas por los técnicos y delegados de prevención del Gabinete de Salud Laboral de CCOO en algunas prisiones indican que existe un nivel de riesgo muy elevado entre el personal penitenciario, y lo más preocupante es que, es un riesgo grave que está sin evaluar por los servicios de prevención y sin medidas de protección y prevención adecuadas a esos riesgos.
Desde CCOO llevamos años denunciando y exigiendo a la Administración Penitenciaria que debe proteger la salud de sus trabajadores, y lo debe de hacer conforme a lo que estipula la Ley. La Administración tiene que cumplir con su obligación de evaluar los riesgos psicosociales y adoptar las medidas preventivas y de protección que sean necesarias. Todo ello, sin que los gestores penitenciarios cumplan con sus responsabilidades y la Ley.
Los estudios realizados por CCOO con el homologado internacionalmente método Istas21, revelan que, de los 21 factores de riesgo evaluados, la mayoría del personal de prisiones evaluado en todas las áreas, tiene niveles desfavorables respecto a la población general en todos los factores (se anexa tabla).
Asimismo, estudios de diferentes Universidades sobre la incidencia del Síndrome de Burnout (trabajador quemado) entre el personal penitenciario acredita que de los tres factores en los que se subdivide el síndrome (cansancio emocional, despersonalización y realización personal) el colectivo de funcionarios de Instituciones Penitenciarias supera la media de otros profesionales apreciablemente.
CCOO frente, a la rebeldía de los gestores penitenciarios al cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en materia de riesgos psicosociales, demanda que el Ministerio del Interior garantice el cumplimiento de la misma.
CCOO defiende que el garantizar la salud del personal penitenciario, además de una obligación legal, es una necesidad de ejercicio responsabilidad social en una organización moderna respetuosa con su personal y comprometida con la salud pública.
Documentación asociada:
evaluacion riesgos psicosociales
Fuente: Sindicato CCOO
Desde que en 1995 se aprobó la Ley de Prevención de Riesgos laborales que, entre otras responsabilidades, obligaba a la Administración a evaluar todos los riesgos a las que estaba expuesto el personal y aplicar las medidas preventivas para evitarlos. Los gestores penitenciarios, dependientes del Ministerio del Interior, no han tenido ocasión, en 25 años, de evaluar y adoptar medidas contra los riesgos psicosociales del personal penitenciario.
Los riesgos psicosociales perjudican la salud de los trabajadores y trabajadoras, causando estrés y a largo plazo enfermedades cardiovasculares, respiratorias, inmunitarias, gastrointestinales, dermatológicas, endocrinológicas, musculoesqueléticas y mentales. Son consecuencia de unas malas condiciones de trabajo, concretamente de una deficiente organización del trabajo.
El estrés, el acoso y el malestar físico y psíquico que sufren muchos trabajadores y trabajadoras son resultado de una mala organización del trabajo y no de un problema individual, de personalidad o que responda a circunstancias personales o familiares.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales considera que la organización del trabajo forma parte de las condiciones de trabajo que influyen en la salud y seguridad de los y las trabajadoras, entre otros mecanismos a través de la exposición nociva a los riesgos psicosociales. Por ello, las características de la organización del trabajo deben ser evaluadas, controladas y modificadas si generan riesgos.
Las evaluaciones efectuadas por los técnicos y delegados de prevención del Gabinete de Salud Laboral de CCOO en algunas prisiones indican que existe un nivel de riesgo muy elevado entre el personal penitenciario, y lo más preocupante es que, es un riesgo grave que está sin evaluar por los servicios de prevención y sin medidas de protección y prevención adecuadas a esos riesgos.
Desde CCOO llevamos años denunciando y exigiendo a la Administración Penitenciaria que debe proteger la salud de sus trabajadores, y lo debe de hacer conforme a lo que estipula la Ley. La Administración tiene que cumplir con su obligación de evaluar los riesgos psicosociales y adoptar las medidas preventivas y de protección que sean necesarias. Todo ello, sin que los gestores penitenciarios cumplan con sus responsabilidades y la Ley.
Los estudios realizados por CCOO con el homologado internacionalmente método Istas21, revelan que, de los 21 factores de riesgo evaluados, la mayoría del personal de prisiones evaluado en todas las áreas, tiene niveles desfavorables respecto a la población general en todos los factores (se anexa tabla).
Asimismo, estudios de diferentes Universidades sobre la incidencia del Síndrome de Burnout (trabajador quemado) entre el personal penitenciario acredita que de los tres factores en los que se subdivide el síndrome (cansancio emocional, despersonalización y realización personal) el colectivo de funcionarios de Instituciones Penitenciarias supera la media de otros profesionales apreciablemente.
CCOO frente, a la rebeldía de los gestores penitenciarios al cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en materia de riesgos psicosociales, demanda que el Ministerio del Interior garantice el cumplimiento de la misma.
CCOO defiende que el garantizar la salud del personal penitenciario, además de una obligación legal, es una necesidad de ejercicio responsabilidad social en una organización moderna respetuosa con su personal y comprometida con la salud pública.
Documentación asociada:
evaluacion riesgos psicosociales
Fuente: Sindicato CCOO
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